.

Y yo estaba ahí, tratando de no enamorarme. Tan cerca, no podía evitar olerte, sentirte, gozarte por que despiertas en mi algo que nadie más ha despertado, por que mi piel  pedia a gritos que la besaras.
 Y mientras yo experimentaba esas lindas sensaziones que recorrian todo mi cuerpo, no pensaba en otra cosa que no fueras tu.
Tus labios, tu cabello, tu piel, tu todo sólo me invitaba a seguir amandote, y totalmente convenzida de que era lo que queria; me dejé llevar, sin remordimiento alguno.

Pero todo termino, la felicidad inundaba mis poros,  y mientras recordaba cada momento a tu lado con los ojos cerrados, tu mano recorria lentamente mi espalda, lentamente mi cuerpo...